El caso de Danella Gallegos conmociona en redes sociales, pero no cuenta aún con confirmación oficial.
Albuquerque, Nuevo México — Una historia que circula en redes sociales afirma que una mujer de 38 años, declarada en coma irreversible, despertó justo antes de que le extrajeran sus órganos. El caso, atribuido al hospital Presbyterian de Albuquerque, ha generado dudas y debate sobre la seguridad de los protocolos médicos.
En los últimos días, un relato compartido en TikTok y otras plataformas digitales se volvió viral. Según el testimonio, una mujer identificada como Danella Gallegos, de 38 años, fue diagnosticada en coma irreversible en Nuevo México y su familia autorizó la donación de sus órganos.
De acuerdo con la publicación, cuando se alistaban los preparativos para la cirugía de extracción en el hospital Presbyterian de Albuquerque, uno de los familiares notó lágrimas en el rostro de la paciente. En un primer momento, los médicos lo habrían atribuido a simples reflejos corporales.
La situación cambió el día del procedimiento, cuando una de las hermanas de la mujer observó movimientos y pidió a los médicos que verificaran su consciencia. Según el relato, al solicitarle que parpadeara si podía oír, Gallegos habría respondido afirmativamente.
El contenido viral asegura que, a pesar de este hecho, coordinadores de donación de órganos insistieron en continuar, incluso sugiriendo administrar morfina para reducir su actividad motora. Sin embargo, finalmente el equipo médico suspendió la operación.
El caso añade que la paciente no solo estaba consciente, sino que días después logró recuperarse por completo, sorprendiendo a sus allegados.
Hasta el momento, ninguna institución médica de Albuquerque ni autoridades sanitarias de Nuevo México han confirmado oficialmente la veracidad de esta historia.
El hospital Presbyterian, mencionado en la publicación, no ha emitido comunicados públicos relacionados con un caso de esta magnitud.
Expertos en bioética y trasplantes consultados por la prensa internacional señalan que los protocolos médicos en Estados Unidos son estrictos y requieren múltiples evaluaciones antes de declarar a un paciente en estado de muerte cerebral o coma irreversible.
“Un error de diagnóstico en este nivel es altamente improbable debido a las pruebas clínicas que deben aplicarse. La declaración de muerte cerebral, por ejemplo, implica evaluaciones independientes de distintos especialistas”, explicó un especialista en ética médica.
La viralización de este relato también pone en evidencia el riesgo de la desinformación en redes sociales, donde historias impactantes se difunden con rapidez sin contar con sustento documental o fuentes verificables.
En plataformas como TikTok y Facebook, el caso ha sido compartido millones de veces, acompañado de etiquetas como #ULTIMAHORA y #Viral, lo que aumentó la confusión entre los usuarios.
La familia supuestamente involucrada tampoco ha ofrecido declaraciones públicas verificables, lo que alimenta aún más la incertidumbre.
Autoridades médicas han recordado que la donación de órganos en Estados Unidos está sujeta a regulaciones federales y estatales, y que no es posible iniciar una extracción sin pruebas concluyentes de que el paciente no tiene posibilidades de recuperación.
El caso, aunque impactante, parece encajar más en la categoría de historia viral que en la de noticia confirmada. Hasta que no exista un comunicado oficial del hospital o de las autoridades sanitarias, la veracidad sigue siendo cuestionada.
Para usuarios y lectores, este tipo de situaciones evidencian la necesidad de verificar la información antes de compartirla, especialmente cuando involucra temas tan sensibles como la vida, la muerte y la donación de órganos.