Triple homicidio en Lindora evidencia la escalada de violencia entre bandas rivales en Costa Rica.
San José, Costa Rica — La violencia del crimen organizado alcanzó de nuevo a Santa Ana este viernes por la noche, cuando un ataque armado en Lindora dejó tres muertos, entre ellos alias “Mufasa”, identificado por el OIJ como cabecilla de la banda “Los Myrie”.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó la identidad de una de las víctimas del tiroteo ocurrido en un bar restaurante de Lindora, Santa Ana. Se trata de un hombre conocido como alias “Mufasa”, señalado como líder de la estructura criminal “Los Myrie”.
El ataque, perpetrado alrededor de las 10:00 p.m., dejó un saldo de tres personas fallecidas. Testigos relataron que al menos dos gatilleros ingresaron al local y abrieron fuego directamente contra la mesa donde se encontraba el objetivo principal.
Minutos antes del hecho, un acompañante de alias Mufasa, identificado como Rodríguez, había publicado una fotografía en redes sociales mostrando que ambos compartían en el lugar. Poco después, la irrupción de los sicarios convirtió la escena en un caos.
Rodríguez resultó con heridas de gravedad y fue trasladado a un centro médico bajo custodia. Fuentes judiciales confirmaron que el sujeto contaba con antecedentes y había estado recluido en prisión.
En el mismo establecimiento se encontraba un agente del OIJ en su día libre, especializado en crimen organizado. Al percatarse del ataque, desenfundó su arma y repelió la agresión, hiriendo a uno de los gatilleros que intentaba huir. El investigador salió ileso del tiroteo, según confirmó el director del OIJ, Randall Zúñiga.
Este episodio es interpretado por autoridades como parte de la escalada de violencia entre “Los Myrie” y el grupo rival “Los Lara”. Alias Mufasa, según fuentes judiciales, había consolidado recientemente alianzas con otra organización criminal para disputar territorios.
Los enfrentamientos entre ambas estructuras han incrementado la violencia en comunidades del Gran Área Metropolitana, particularmente en Pavas, Hatillo, Alajuelita, Tirrases y Desamparados, donde los ajustes de cuentas se han vuelto recurrentes.
La escena del crimen fue acordonada por la policía judicial para el levantamiento de evidencias, entre ellas casquillos de bala y material de video de cámaras de seguridad del local.
Investigadores no descartan que se tratara de una ejecución planificada, orientada a eliminar al líder de la banda rival y desestabilizar la organización.
Vecinos y clientes que se encontraban en el sitio describieron momentos de pánico, con personas lanzándose al suelo para evitar los disparos.
Este hecho se suma a la lista creciente de homicidios vinculados al narcotráfico y estructuras criminales en Costa Rica, lo que mantiene en alerta a las autoridades de seguridad y genera temor en la ciudadanía por la exposición de estos ataques en lugares públicos.
El Ministerio de Seguridad reiteró que la lucha contra el crimen organizado es prioridad, pero reconoció que las organizaciones criminales han intensificado sus operaciones y capacidad de fuego.
La investigación continúa en curso, mientras el cuerpo de alias Mufasa y de las demás víctimas fue trasladado a la Morgue Judicial.