El caso Kevin Kirby da un giro inesperado tras filtrarse que dos mujeres lo habrían llevado al lugar donde fue asesinado.
San José, Costa Rica — El asesinato de Kevin Kirby ha tomado un rumbo inesperado luego de que una fuente judicial revelara que dos mujeres habrían sido las responsables de llevar al joven a la vivienda donde perdió la vida, cambiando por completo la hipótesis inicial del caso.
El crimen de Kevin Kirby, de 27 años, sigue generando conmoción y nuevas revelaciones que estremecen a la opinión pública costarricense. La reciente filtración judicial sugiere que fueron dos mujeres quienes condujeron al joven hasta la casa donde fue asesinado, descartando la versión inicial que señalaba a hombres como principales sospechosos.
De acuerdo con la información divulgada por el medio La Teja, Kirby se habría reunido con las dos mujeres el domingo 28 de septiembre, día en que desapareció tras asistir a una fiesta en Sabanilla de Montes de Oca. La reunión, aparentemente casual, terminó convirtiéndose en una emboscada mortal.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó que el joven fue llevado a una vivienda ubicada en María Reina de Hatillo, donde habría sido retenido y atacado. La principal hipótesis apunta a que los responsables intentaron sustraer dinero de sus cuentas bancarias.
El director del OIJ, Randall Zúñiga, aclaró que el vehículo de la víctima, una Ford Raptor, no fue el objetivo del crimen. “Nunca dijimos que el móvil fuera el carro. Todo indica que fue llevado a ese lugar, lo retuvieron, intentaron sacarle dinero y algo salió mal”, indicó el jerarca.
El cuerpo del joven fue hallado días después a la orilla del río María Aguilar, en Hatillo 8, con múltiples heridas de arma blanca, confirmando la violencia del ataque. Su camioneta apareció posteriormente en Atenas, Alajuela.
Las autoridades trabajan para determinar si las mujeres tenían alguna relación sentimental o personal con Kirby, o si actuaron por encargo de un grupo delictivo. Este punto podría ser clave para esclarecer quiénes fueron los autores intelectuales y materiales del crimen.
El caso ha encendido la alarma sobre el uso de redes sociales y encuentros planificados como posibles trampas para cometer delitos. Expertos en criminología señalan que la manipulación emocional y la confianza son tácticas recurrentes en este tipo de escenarios.
Vecinos del sector de María Reina afirmaron haber escuchado ruidos y gritos la noche de la desaparición, aunque nadie imaginó que se trataba de un asesinato. “Pensamos que era una discusión común, nadie creyó que algo tan grave pasaba ahí”, comentó un testigo.
La familia del joven ha pedido justicia y respeto durante el proceso judicial, asegurando que Kevin era un hombre trabajador, sin antecedentes y muy querido por su entorno. “No descansaremos hasta saber quiénes lo traicionaron”, declaró un familiar.
Por su parte, el OIJ continúa analizando cámaras de seguridad y registros telefónicos para identificar a las mujeres que acompañaron a Kirby el día de su desaparición. Los investigadores confían en que los hallazgos recientes conduzcan a las detenciones en los próximos días.
El crimen ha generado un amplio debate sobre la seguridad en zonas urbanas del Gran Área Metropolitana, donde los casos de violencia y desapariciones aumentaron durante el último año. Autoridades piden precaución y desconfianza ante encuentros con personas recién conocidas.
En redes sociales, el nombre de Kevin Kirby se ha vuelto tendencia, con miles de usuarios exigiendo una investigación transparente y rápida. El caso no solo refleja la vulnerabilidad social, sino también los riesgos del engaño y la ambición humana.
La trágica muerte del joven simboliza la cara más oscura de la delincuencia organizada en Costa Rica, donde la búsqueda de dinero fácil ha dejado víctimas inocentes. El país observa con atención los avances del caso, esperando respuestas que brinden justicia y paz a su familia.