El expresidente enfrentó a su familia en tribunales durante cinco años, pero el caso concluyó con su derrota.
San José, Costa Rica — El expresidente José María Figueres perdió la batalla legal que libró contra varios de sus familiares por la millonaria herencia de su madre, tras un fallo judicial que otorgó sobreseimiento definitivo a los acusados.
Después de cinco años de audiencias, acusaciones cruzadas y una fractura visible dentro de uno de los clanes políticos más influyentes de Costa Rica, el expresidente José María Figueres sufrió un revés judicial en el proceso que interpuso contra varios de sus familiares.
El Juzgado Penal del I Circuito de San José resolvió de manera definitiva el litigio, otorgando sobreseimiento a favor de Adriana y Gabriela Naranjo Figueres, José Antonio Figueres Ulate, Christiana Figueres Olsen, Rosita Ulate Sánchez, entre otros miembros de la familia.
La resolución marca el cierre de un expediente que en su momento atrajo gran atención mediática, pues involucraba directamente al exmandatario y a reconocidos integrantes del círculo político y social costarricense.
En un comunicado conjunto, los familiares celebraron la decisión judicial y enfatizaron que nunca existió delito alguno en la administración de la herencia. “Jamás hubo saqueo de fondos ni un acto ilícito. Siempre se respetó la voluntad de nuestra madre”, señalaron.
Los parientes añadieron que fue el propio José María Figueres quien trasladó un conflicto privado a los tribunales, lo que provocó exposición pública innecesaria de nuevas generaciones de la familia.
“Esperamos que este cierre judicial nos permita sanar heridas y mantener vivo el legado de integridad y servicio que nos dejó nuestra madre”, añadieron en el documento.
El conflicto se originó tras la muerte de Karen Olsen, madre del expresidente y de la reconocida diplomática climática Christiana Figueres. La administración del patrimonio se convirtió en el centro de tensiones que, con el tiempo, escalaron hasta llegar a la Fiscalía de Fraudes.
En 2021, el caso tomó notoriedad cuando José María denunció a tres de sus sobrinos por supuestas irregularidades en la ejecución del testamento. Posteriormente, su hermana Christiana también fue incluida en la indagatoria.
Ella defendió entonces que no existió explotación hacia su madre como adulta mayor, sino un desacuerdo entre hermanos. Además, aclaró que tanto ella como sus hijas quedaron fuera de la herencia, por lo que no tenía interés personal en el reparto.
Con el fallo de este 25 de agosto de 2025, la justicia dio por cerrado el expediente, respaldando las actuaciones de los familiares acusados y descartando cualquier tipo de conducta ilícita en la administración de los bienes.
Por ahora, el expresidente Figueres no se ha pronunciado directamente sobre el fallo. Según informó la prensa local, será su equipo legal el que emita un comunicado oficial en los próximos días.
La noticia sacudió el escenario político y social del país, ya que la familia Figueres es una de las más influyentes de Costa Rica. El expresidente formó parte de la segunda generación de un clan que ha ocupado la primera magistratura en varias ocasiones.
Analistas señalan que este resultado judicial representa un golpe a la imagen pública de Figueres, quien en los últimos años había intentado volver a posicionarse políticamente pese a la sombra de este proceso.
El caso también deja una reflexión sobre cómo incluso familias con gran poder económico y político enfrentan fracturas internas cuando se trata de herencias, decisiones patrimoniales y la interpretación de los últimos deseos de un ser querido.
En las calles de San José, ciudadanos consultados por medios locales coincidieron en que el litigio mostró “el lado más humano y frágil” de las élites políticas, al quedar expuestos desacuerdos familiares que normalmente permanecen en privado.
El sobreseimiento definitivo pone punto final al capítulo judicial, pero no necesariamente al conflicto familiar, que podría seguir afectando las relaciones internas en el clan Figueres.
La herida emocional que dejó este proceso en la familia tardará más en sanar que el expediente judicial. Ese es el reto que enfrentan ahora los descendientes de Karen Olsen, cuyo legado buscaban preservar.
En adelante, el apellido Figueres continuará siendo sinónimo de poder y de historia política, pero este episodio marcará un antes y un después en la narrativa pública de una de las dinastías más emblemáticas de Costa Rica.