OIJ analiza si los gatilleros confundieron a la víctima con el propietario del vehículo en Guachipelín de Escazú.
San José, Costa Rica — Un hombre de aproximadamente 35 años murió en Guachipelín de Escazú tras un ataque armado. Autoridades investigan la hipótesis de que los sicarios se equivocaron de objetivo, ya que la víctima no era el dueño del carro en que viajaba.
La tarde del viernes, alrededor de las 4:30 p.m., un tiroteo en Guachipelín de Escazú dejó como saldo la muerte de un hombre que aún no ha sido identificado oficialmente.
El ataque ocurrió a unos 100 metros de Villa Malibú, en una zona de tránsito frecuente y cercana a residencias y comercios. Según versiones preliminares, la víctima conducía un vehículo que pertenecía a otra persona, lo que abre la posibilidad de que los sicarios lo confundieran con el verdadero propietario.
Fuentes cercanas a la investigación señalan que el dueño del automóvil había solicitado a un allegado recogerlo, circunstancia que habría derivado en la tragedia. Un video de seguridad, ya en manos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), muestra el vehículo desplazándose a gran velocidad antes de ser alcanzado por disparos.
Tras recibir los impactos de bala, el carro perdió el control y se estrelló violentamente contra un árbol, quedando destruido casi por completo. La Cruz Roja Costarricense llegó minutos después al lugar, confirmando que el conductor ya no presentaba signos vitales.
El fallecido sería un hombre de unos 35 años, aunque su identidad aún no ha sido divulgada mientras se notifican a los familiares. Investigadores del OIJ no descartan que el crimen esté vinculado a un ajuste de cuentas relacionado con estructuras criminales.
Sin embargo, el detalle de que la víctima no era dueña del automóvil refuerza la teoría de un error por parte de los gatilleros. Este escenario complica la investigación, pues se amplía el espectro de posibles responsables y móviles detrás del ataque.
Escazú, un cantón caracterizado por su desarrollo inmobiliario y comercial, ha visto un incremento de episodios de sicariato en los últimos años. Estos incidentes reflejan cómo la violencia ligada al crimen organizado se ha expandido a sectores tradicionalmente considerados seguros dentro de la Gran Área Metropolitana.
Vecinos de la zona manifestaron preocupación por la crudeza del ataque y exigieron mayor presencia policial. Temen que hechos de esta naturaleza se repitan en áreas residenciales y comerciales de alto tránsito.
Algunos residentes calificaron el ataque como una señal de la creciente inseguridad que atraviesa el país. Las autoridades recordaron que cualquier persona con información puede aportar datos de manera anónima a la línea confidencial del OIJ.
En paralelo, la Policía realiza patrullajes en la zona y entrevistas a testigos para fortalecer la investigación.El caso se suma a una serie de episodios violentos registrados en los últimos meses en distintos puntos de San José y alrededores.
La investigación se mantiene en curso, mientras crece la presión social para encontrar a los responsables y esclarecer el posible error que costó una vida.