Periodista brasileño descubre en vivo que su hijo murió en el accidente que cubría. Impacto emocional y dolor familiar.
Lo que parecía una transmisión más terminó en tragedia: la víctima del accidente era su propio hijo.
Araraquara, Brasil — Lo que comenzó como una cobertura informativa rutinaria se convirtió en una pesadilla para el periodista brasileño Carlos Alberto Baldassari, quien descubrió en vivo que la víctima fatal del accidente vial que estaba cubriendo era su propio hijo Thiago, de 32 años.
Carlos Alberto Baldassari es conocido en su comunidad por realizar coberturas en tiempo real de emergencias, especialmente accidentes y sucesos policiales. Lo que nunca imaginó fue que su labor informativa se cruzaría con la tragedia más devastadora de su vida.
El hecho ocurrió el viernes 20 de junio de 2025 en la Rodovia Antonio Machado Sant’Anna (SP-255), en el estado de São Paulo, una carretera muy transitada que conecta varias ciudades del interior paulista.
Baldassari, como de costumbre, llegó rápidamente al lugar del accidente y comenzó a transmitir en vivo por su página de Facebook. Con su celular en mano, fue narrando los hechos, sin saber que estaba a punto de enfrentar un golpe emocional irreparable.
Al acercarse a uno de los vehículos involucrados, un Volkswagen Gol completamente destruido, reconoció detalles que le helaron la sangre. Minutos después, con el rostro descompuesto, cortó abruptamente la transmisión: la víctima era su hijo Thiago.
El video, que estuvo disponible brevemente en redes, fue eliminado poco después por respeto a la familia. Sin embargo, las imágenes del periodista en shock emocional conmovieron a miles de usuarios.
Horas más tarde, Baldassari confirmó la tragedia en sus redes sociales, visiblemente afectado: “Desgraciadamente, en este mundo de la información, a veces nos toca cubrir nuestras propias desgracias. Hoy perdí a mi hijo Thiago. Que Dios lo reciba con los brazos abiertos”.
Thiago tenía 32 años, era padre de una niña de ocho años y esperaba un segundo hijo junto a su esposa, quien cursa el tercer mes de embarazo. La noticia provocó una ola de solidaridad en Araraquara y otras regiones del país.
Según el informe preliminar, el accidente se produjo cuando un camión que circulaba por el carril adicional chocó frontalmente contra el vehículo de Thiago, que habría invadido el carril contrario.
El conductor del camión relató que no tuvo tiempo de esquivar el auto y que el impacto fue inevitable. Las autoridades aún investigan las causas precisas del siniestro.
Pese a la rápida respuesta del SAMU (Servicio de Atención Móvil de Urgencias) y los bomberos, Thiago falleció en el acto debido a la violencia del impacto.
La comunidad de periodistas brasileños ha manifestado su solidaridad con Baldassari, destacando la dificultad emocional que representa ejercer el periodismo en circunstancias tan personales.
Este hecho también reabre el debate sobre los límites entre el deber informativo y el impacto humano que puede tener la cobertura de noticias trágicas.
En países como Brasil, donde muchos reporteros trabajan de manera independiente, las coberturas de emergencias suelen hacerse en condiciones de alta presión emocional.
En redes sociales, usuarios expresaron su respeto hacia Baldassari y su familia, reconociendo el dolor que atraviesa y admirando su integridad profesional.
Este tipo de situaciones también revela el costo emocional que pagan los comunicadores, especialmente en coberturas en vivo donde los límites entre lo personal y lo profesional pueden difuminarse súbitamente.
Ahora, Baldassari enfrenta un proceso de duelo acompañado por una comunidad que no solo lo ha visto informar, sino también quebrarse en el momento más desgarrador de su vida.
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