Adolescente de 14 años confesó matar a su familia en Brasil por amor virtual y dinero. Crimen conmociona a todo el país.
Un joven de 14 años confesó matar a sus padres y hermano por una relación virtual y motivos económicos.
Itaperuna, Brasil — Un crimen estremecedor conmociona a Brasil: un adolescente de apenas 14 años confesó haber asesinado a sus padres y a su hermanito de tres años. El motivo detrás de esta tragedia apunta a una mezcla de obsesión amorosa con una joven que conoció en línea y el deseo de apropiarse de los ahorros familiares.
Las autoridades brasileñas investigan uno de los crímenes más impactantes del año, ocurrido en la localidad de Itaperuna, en el estado de Río de Janeiro. Un menor de edad ha sido acusado de matar a tiros a su familia durante la madrugada del sábado 28 de junio.
Según la Policía Civil, el adolescente esperó a que sus padres se durmieran para dispararles con un arma de fuego que pertenecía al padre. Posteriormente, le disparó a su hermanito de tres años en el cuello.
Los cuerpos fueron ocultados en un estanque ubicado dentro de la propiedad familiar. La confesión del menor se produjo días después, cuando relató los hechos a un tío.
Durante el interrogatorio, el menor mostró una frialdad perturbadora. Las autoridades aseguran que llegó a decir que “lo volvería a hacer”, sin mostrar remordimiento alguno.
El detonante del crimen habría sido la negativa de sus padres de permitirle viajar a Mato Grosso para encontrarse con una adolescente de 15 años que conoció a través de un videojuego en línea.
La relación entre ambos jóvenes, completamente virtual, se volvió una obsesión para el menor, quien ya había buscado trabajo en la ciudad de Água Boa, donde reside la joven.
En su mochila, la policía encontró los teléfonos de las víctimas, así como registros de búsquedas relacionadas con el cobro de beneficios económicos por fallecimiento.
El padre del menor tenía aproximadamente 33.000 reales acumulados en un fondo de garantía. El adolescente, según la investigación, pretendía usar ese dinero para financiar su fuga y reencontrarse con la joven.
Durante los días siguientes al crimen, el menor intentó sostener una mentira: aseguró que sus padres habían llevado al hermanito al hospital tras un accidente doméstico. Sin embargo, las contradicciones en su relato generaron sospechas.
Fue un tío quien, tras insistir, obtuvo la confesión y dio aviso a la policía. El menor fue detenido e internado provisionalmente por 45 días.
La justicia brasileña lo imputará por triple homicidio y ocultación de cadáveres, aunque el caso está bajo secreto judicial por tratarse de un menor de edad.
Las autoridades también investigan si la joven con la que mantenía la relación virtual tenía conocimiento del crimen. Se ordenaron peritajes a los teléfonos de ambos para esclarecer los hechos.
Otro aspecto que ha salido a la luz es el ambiente familiar del adolescente. El padre le había enseñado a usar armas y practicaban artes marciales juntos. Investigadores analizan posibles signos de negligencia emocional o inestabilidad mental no detectada.
El caso ha encendido una alerta en Brasil y otros países latinoamericanos sobre los riesgos de los vínculos virtuales intensos entre menores, el acceso a armas de fuego y la salud mental infantil.
Expertos hacen un llamado urgente a los padres para estar atentos a señales de obsesión, aislamiento o cambios bruscos de conducta en los adolescentes.
Además, instan a revisar el acceso de menores a armas, y a fortalecer la educación digital para evitar relaciones online que se conviertan en detonantes de tragedias.
Este crimen plantea preguntas inquietantes: ¿Cómo detectar señales de alerta? ¿Qué responsabilidad tienen las plataformas digitales? ¿Qué rol juega la familia en la salud mental adolescente?
Un drama que enluta a Brasil, pero cuyas lecciones resuenan en toda la región.
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