El republicano de Ohio vinculó a Maduro con narcoterrorismo y respaldó la recompensa de 50 millones de dólares.
Bogotá, Colombia — El senador estadounidense Bernie Moreno, de origen colombiano y representante republicano por Ohio, afirmó este jueves que Nicolás Maduro no continuará en la presidencia de Venezuela más allá de diciembre. La declaración se dio durante el X Congreso Empresarial Colombiano, donde el legislador comparó la recompensa contra Maduro con la que alguna vez se ofreció por Osama Bin Laden.
El senador Bernie Moreno no dejó dudas sobre su postura frente al mandatario venezolano. En un discurso cargado de críticas, el republicano sostuvo que “Venezuela se merece un líder que se preocupe por su gente” y aseguró que no ve a Nicolás Maduro en el poder después de este año.
Las declaraciones se produjeron en el marco del X Congreso Empresarial Colombiano, celebrado en Bogotá, donde Moreno compartió escenario con el exministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, y el senador estadounidense Rubén Gallego.
Moreno, quien nació en Colombia y emigró a Estados Unidos siendo joven, ha sido una voz crítica de regímenes autoritarios en la región, y esta vez apuntó directamente a lo que describió como “la amenaza narcoterrorista del chavismo”.
El senador recordó que, recientemente, el gobierno de EE. UU. aumentó la recompensa por la captura de Maduro a 50 millones de dólares, el doble de lo ofrecido inicialmente en 2020, cuando Donald Trump era presidente.
En ese entonces, el Departamento de Justicia acusó a Maduro de conspirar con carteles de la droga, incluido el Cártel de Sinaloa en México y el Cartel de los Soles en Venezuela, para introducir cocaína en territorio estadounidense.
Pam Bondi, fiscal general de Estados Unidos, detalló que la estrategia del mandatario venezolano habría utilizado a organizaciones criminales extranjeras para expandir redes ilícitas y financiar actividades violentas.
La cifra récord de la recompensa coloca a Maduro en una categoría similar a la de líderes terroristas como Osama Bin Laden, lo que demuestra el nivel de gravedad que Washington atribuye al caso.
Moreno destacó que la presión no se limita a medidas judiciales. Recordó que durante la administración Trump se desplegaron buques de la Armada estadounidense en el Caribe y en el Golfo de México, en operaciones dirigidas a combatir el narcotráfico transnacional.
De acuerdo con datos oficiales, en esa misma etapa se emitieron más de 150 órdenes federales de arresto vinculadas al narcotráfico y terrorismo, y se designaron a ocho carteles mexicanos como organizaciones terroristas.
El senador también mencionó que más de 5.000 efectivos militares fueron movilizados para reforzar la frontera sur y contener el flujo de drogas y armas en la región.
Según Moreno, esa línea dura debe mantenerse y fortalecerse bajo la actual administración estadounidense, como una forma de proteger tanto a Venezuela como a los países vecinos.
“Un país rico en recursos no puede seguir siendo rehén de un régimen que oprime y empobrece a su gente”, afirmó durante el coloquio.
Por su parte, Rubén Gallego señaló que el Congreso estadounidense mantiene un consenso bipartidista sobre la necesidad de apoyar un cambio democrático en Venezuela, aunque reconoció que el proceso enfrenta múltiples obstáculos internos.
El exministro Pinzón agregó que la situación en Venezuela repercute directamente en Colombia, generando flujos migratorios, tensiones de seguridad y riesgos para el comercio bilateral.
La comunidad internacional, especialmente la Organización de Estados Americanos (OEA), sigue de cerca los acontecimientos, mientras el gobierno de Maduro desestima las acusaciones y denuncia lo que llama “persecución política” por parte de Washington.
Analistas consideran que, aunque la salida de Maduro antes de diciembre parece poco probable, el endurecimiento de las medidas estadounidenses refleja una estrategia de mayor presión que podría generar un cambio en el mediano plazo.
El futuro político de Venezuela, una vez más, está en el centro de la agenda internacional, y las declaraciones de Bernie Moreno reavivan el debate sobre el papel que jugará la comunidad global en la búsqueda de una transición.