El consumo exclusivo de alcohol puede provocar la muerte rápida; expertos piden fortalecer apoyo psicológico en crisis personales.
Ban Chang, Tailandia — Thaweesak Namwongsa, un hombre de 44 años, falleció tras alimentarse exclusivamente con cerveza durante casi un mes, en un caso que alerta sobre los graves riesgos del alcoholismo y la falta de apoyo emocional tras crisis personales.
Thaweesak Namwongsa fue encontrado sin vida en su hogar en Ban Chang, provincia de Rayong, después de aproximadamente 30 días consumiendo únicamente cerveza. Su hijo de 16 años, quien vivía con él, lo halló convulsionando y llamó a los paramédicos, quienes confirmaron el fallecimiento.
La habitación donde ocurrió el deceso estaba llena de más de cien botellas vacías, testimonio del consumo desmedido y constante de alcohol durante semanas. El joven relató que su padre había dejado de comer alimentos sólidos tras una difícil etapa personal, marcada por un divorcio reciente.
Expertos médicos destacan que usar el alcohol como única fuente nutricional es insostenible y genera un deterioro acelerado del organismo, con daños hepáticos severos, desequilibrios metabólicos y eventual fallo multiorgánico. La Organización Mundial de la Salud estima que el alcohol es responsable de millones de muertes anuales, muchas vinculadas a enfermedades crónicas y trastornos neurológicos.
Las autoridades médicas consideran que el fallecido padecía un cuadro de depresión no tratado, agravado por el aislamiento y la ruptura familiar. La ausencia de redes de apoyo y la falta de atención psicológica son factores críticos que contribuyen a la dependencia del alcohol.
Investigaciones recientes en universidades de Chile y Estados Unidos confirman que situaciones de crisis como el divorcio o la soledad pueden actuar como detonantes del consumo excesivo de alcohol, especialmente en hombres mayores de 40 años. Cuando estas personas no reciben ayuda médica o psicológica oportuna, la probabilidad de desenlaces fatales aumenta considerablemente.
Este caso ha provocado un llamado a reforzar la salud pública en Tailandia, enfatizando la importancia de detectar signos tempranos de adicción y depresión. El sector salud planea campañas comunitarias orientadas a brindar apoyo integral a quienes enfrentan crisis personales.
Además, expertos recomiendan fomentar la comunicación abierta en el entorno familiar y social, evitando el juicio y promoviendo la búsqueda de ayuda profesional para quienes presentan conductas de abuso de sustancias.
Las estrategias de prevención incluyen la creación de redes de apoyo, así como la promoción de hábitos saludables que integren alimentación adecuada, descanso y actividad física regular. La salud mental, insisten, debe ser abordada con la misma prioridad que la salud física para evitar tragedias como la de Thaweesak.
Este caso no solo refleja una historia personal trágica, sino también un problema social que requiere atención urgente para prevenir más muertes relacionadas con la adicción y el abandono emocional.
La lección para la comunidad global es clara: el alcohol no puede convertirse en un escape, y la atención oportuna puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.