Los Blues vencieron 3-0 al PSG en Nueva Jersey y cierran la temporada con dos títulos internacionales
Nueva Jersey, EE. UU. — Chelsea humilló al París Saint-Germain este domingo en el MetLife Stadium con una contundente victoria 3-0 para coronarse campeón del primer Mundial de Clubes con 32 equipos, embolsándose más de 116 millones de euros y consolidando un proyecto que aspira a la élite europea.
Chelsea demostró desde el inicio por qué fue uno de los equipos más sólidos del nuevo formato del Mundial de Clubes. En una final que se definió en apenas 45 minutos, los londinenses arrollaron al PSG con autoridad, fútbol y eficacia.
Cole Palmer abrió el marcador con un potente disparo de zurda que dejó sin reacción a Gianluigi Donnarumma. El joven inglés repitió la fórmula minutos después para firmar su doblete y poner a Chelsea en ventaja de forma cómoda.
Antes del descanso, Joao Pedro ejecutó una definición de lujo al picarle el balón por encima al portero parisino, sellando el 3-0 definitivo que dejó al PSG sin respuestas ni reacción.
La segunda parte fue un trámite para los dirigidos por Mauricio Pochettino. Con una defensa bien plantada y líneas compactas, Chelsea neutralizó los intentos de Kylian Mbappé y compañía. Luis Enrique se vio frustrado en la banda sin encontrar soluciones desde el banquillo.
Este triunfo representa más que un título para el equipo inglés. Con los 116.8 millones de euros obtenidos —40 solo por ganar la final—, los Blues refuerzan su músculo financiero de cara al mercado de fichajes y elevan el prestigio del club a escala global.
La temporada 2024-2025 ha sido particularmente fructífera para Chelsea. Además del Mundial de Clubes, se consagraron en la UEFA Conference League, un logro que fue inicialmente subestimado pero que ahora toma más relevancia en el panorama internacional.
El torneo celebrado en Estados Unidos marcó un hito histórico al reunir por primera vez a 32 clubes de todos los continentes. La FIFA busca con este nuevo formato generar mayor competencia y visibilidad global. Chelsea ha sido el primer gran beneficiado.
En cuanto al PSG, la derrota significa un duro golpe para una plantilla valuada en más de mil millones de euros y que nuevamente queda lejos de lograr títulos internacionales de peso.
Mbappé, que apunta a dejar el club en los próximos meses, no pudo marcar diferencia en el campo. La falta de cohesión colectiva y errores defensivos volvieron a condenar a los parisinos en una noche clave.
Chelsea, en cambio, supo capitalizar cada oportunidad. Su juego rápido, efectivo y con profundidad dejó sin argumentos a un PSG que lució superado en todas las líneas del campo.
Para los aficionados londinenses, este título es una inyección de ilusión. La directiva ya planea nuevas inversiones, con el objetivo de volver a pelear por la UEFA Champions League, torneo al que regresarán la próxima temporada.
Este Mundial de Clubes también posiciona a Mauricio Pochettino como un técnico consolidado. Tras críticas iniciales, el argentino ha conseguido estructurar un equipo joven, competitivo y con hambre de gloria.
La victoria también reafirma el peso del fútbol inglés en la élite. Los clubes de la Premier League siguen marcando el ritmo, tanto en ingresos como en conquistas internacionales.
El MetLife Stadium vivió una fiesta futbolística. Con más de 80 mil espectadores, la final superó expectativas en audiencia y ambiente, dejando en claro que el fútbol global se expande con fuerza en Norteamérica.
El golpe financiero no es menor. Con más de 2,500 millones de pesos mexicanos ganados, Chelsea se posiciona como uno de los clubes más rentables del momento.
Este éxito podría impulsar un ciclo dorado para los Blues. Su plantilla joven y ambiciosa, sumada al respaldo económico, augura años prometedores para la afición.
Finalmente, este triunfo también manda un mensaje a Europa: Chelsea está de vuelta en la élite y dispuesto a ser protagonista en cada torneo que dispute.