La necesidad económica llevó a Marilyn Chacón a trasladarse a una vivienda precaria: ese cambio terminó en tragedia familiar.
San Juan de Dios, Desamparados, Costa Rica — Marilyn Chacón Mora, de 33 años, y sus tres hijos menores murieron la madrugada del domingo, luego de vivir solo dos meses en una cuartería precaria con una sola salida, tras haber sido desplazados por dificultades económicas y personales, informaron vecinos y autoridades.
Marilyn había residido previamente en una vivienda más espaciosa apenas 25 metros adelante, junto a sus hijos Kendall (11 años), Keylor (6) y Kristtel (3), pero la combinación de problemas económicos y un proceso legal por violencia doméstica la obligó a buscar un lugar más accesible.
La nueva residencia estaba en el segundo o tercer nivel de una estructura tipo cuartería, sobre una pulpería de barrio, con acceso por una angosta escalera lateral.
Los bomberos confirmaron que el fuego se inició en la planta baja, donde funcionaba el negocio, probablemente por un cortocircuito en un aparato eléctrico, y se propagó desde la madrugada.
El incendio fue uno de los más graves del país en lo que va del año, al cobrarse la vida de una madre y tres menores, en una vivienda que quedó consumida en más del 80 % por las llamas.
Vecinos relatan que en la comunidad era evidente la precariedad de algunas casas, muchas sin salidas de emergencia, pero la urgencia y falta de opciones los llevó a habitar allí.
Durante el incendio, se escucharon gritos de auxilio y niños pidiendo ayuda, mientras vecinos intentaban acceder por el techo sin lograr rescate.
Autoridades del Poder Judicial confirmaron que el padre de los niños, un oficial de policía, enfrenta un proceso activo ante un juzgado de violencia doméstica, y aparentemente no convivía con la familia.
Los bomberos y la OIJ continúan la investigación, revisando electrodomésticos del negocio para determinar el origen del cortocircuito, mientras recomiendan instaladores de detectores de humo, extintores y rutas de escape en cada vivienda.
La comunidad local organizó una vigilia y decoró las calles con globos blancos y negros en memoria de Marilyn y sus hijos, quienes eran muy queridos por vecinos y compañeros de escuela de los niños.
El primo de la víctima describió a Marilyn como una madre ejemplar, dedicada por completo a sus niños, luchadora y con un gran sueño: ingresar a la universidad mientras estudiaba inglés y preparaba sus exámenes de admisión.
La campaña de donaciones que familiares y la comunidad difundieron logró cubrir los sepelios y nichos de los cuatro fallecidos; el sobrante se destinará a otras familias afectadas por el incendio.
Los funerales se realizaron en el salón comunal de San Juan de Dios, en una caravana que movió a toda la comunidad hasta el cementerio de Desamparados.
La tragedia abre un llamado urgente a atender las condiciones de vivienda informal en barrios urbanos vulnerables, donde la falta de supervisión y normas de seguridad aumenta el riesgo frente a emergencias.