El exmagistrado Celso Gamboa admitió haberse autolesionado para exigir mejores condiciones en su celda
San José, Costa Rica — El exmagistrado y exfiscal general Celso Gamboa Sánchez se autolesionó levemente en prisión la noche del lunes 29 de julio. El acto, ocurrido en un centro penitenciario costarricense, fue reconocido por el propio Gamboa como un intento de llamar la atención de las autoridades sobre la falta de iluminación en su celda, justo en momentos en que su proceso de extradición está bajo revisión judicial.
El Ministerio de Justicia y Paz confirmó la noche del miércoles que Celso Gamboa sufrió una autolesión leve en su muñeca izquierda mientras se encuentra bajo custodia.
El incidente se produjo aproximadamente a las 8:40 p. m. del 29 de julio, y fue detectado por el personal de la Policía Penitenciaria, quienes activaron el protocolo de atención inmediata.
Según el comunicado oficial, Gamboa manifestó que él mismo se provocó el rasguño con el propósito de denunciar la ausencia de iluminación en su celda.
La lesión fue descrita como superficial, sin sangrado ni inflamación, y no requirió intervención médica especializada.
La administración penitenciaria respondió tomando nota de la queja del exmagistrado y resolvió el problema de iluminación, en cumplimiento de los protocolos de derechos humanos.
El acto ha generado debate sobre las condiciones en las que se encuentran figuras públicas dentro del sistema penitenciario costarricense.
Gamboa, quien fue magistrado de la Sala Tercera y fiscal general, está involucrado en un proceso de extradición que actualmente se discute en la Sala Constitucional.
La acción legal busca frenar su entrega alegando la inconstitucionalidad de una reforma reciente a la ley de extradición.
Su caso ha captado la atención mediática por el perfil que ostenta y las implicaciones legales que conlleva.
Organizaciones de derechos humanos han aprovechado el hecho para exigir una revisión de las condiciones en cárceles del país.
El Ministerio de Justicia reiteró su compromiso con la atención digna y oportuna de las personas privadas de libertad, sin distinción de su estatus jurídico.
Expertos consideran que el gesto de Gamboa podría interpretarse como una forma de presión institucional en un contexto de creciente tensión legal.
A pesar de que la autolesión no fue grave, ha sido suficiente para reabrir el debate sobre protocolos de atención penitenciaria.
No es la primera vez que una figura pública utiliza acciones simbólicas para llamar la atención sobre el trato carcelario.
El caso también plantea preguntas sobre los límites éticos del uso de protestas autoinfligidas en contextos de detención.
Mientras tanto, la Sala Constitucional aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el recurso presentado por su defensa.
Gamboa continúa recluido en condición de extraditable, a la espera de una resolución definitiva.