Más de 1.000 kilos de carne ilegal representan un grave riesgo para la salud pública en Costa Rica.
San José, Costa Rica — Una alerta sanitaria sacudió al cantón de Coronado tras un operativo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y la Policía Municipal, que decomisaron más de una tonelada de carne de caballo sin permisos sanitarios, lo que representa un grave riesgo para la salud pública.
El megaoperativo se desarrolló de manera simultánea en varias carnicerías de Coronado, donde las autoridades localizaron grandes cantidades de carne de caballo almacenada en cámaras frías y recipientes plásticos, lista para ser distribuida a consumidores desprevenidos.
De acuerdo con el informe oficial, el decomiso superó los 1.000 kilogramos de carne, lo que pone en evidencia la magnitud de la red de comercio ilícito que operaba en la zona.
Los agentes del OIJ detallaron que la intervención fue posible gracias a información confidencial que alertó sobre la venta irregular de este producto, que en ocasiones es mezclado con carne de res para aumentar ganancias fraudulentas.
Funcionarios de Senasa recalcaron que la carne de caballo no cuenta con autorización para su comercialización en carnicerías destinadas al consumo humano en Costa Rica, ya que no existe un marco legal que permita su venta en estos establecimientos.
El principal riesgo identificado radica en que la carne provenía de mataderos clandestinos, lo que significa que nunca pasó por controles veterinarios ni sanitarios, exponiendo a la población a enfermedades transmitidas por alimentos contaminados.
“El expendio de carne sin registro es un delito contra la salud pública”, enfatizó un vocero de Senasa durante el operativo, advirtiendo sobre los peligros asociados a la ingesta de este producto.
Las consecuencias legales para los propietarios de los locales incluyen multas económicas, procesos judiciales y el eventual cierre de las carnicerías involucradas.
El OIJ confirmó que la investigación se centrará en determinar la procedencia de la carne y desarticular la red de distribución, que podría tener alcance en otros cantones del Gran Área Metropolitana.
La Policía Municipal de Coronado colaboró en los allanamientos, asegurando que este tipo de operativos buscan proteger la salud de la población y garantizar el cumplimiento de las normas sanitarias.
El Senasa instó a la ciudadanía a denunciar cualquier irregularidad, como precios sospechosamente bajos o productos de dudosa procedencia, a través de su línea telefónica (2260-8300) o mediante la línea confidencial del OIJ (800-8000-645).
Expertos en salud pública recordaron que la carne de caballo no solo carece de permisos, sino que al ser procesada en instalaciones ilegales, puede estar expuesta a contaminantes, bacterias peligrosas y malas prácticas de manipulación.
Este caso reaviva la discusión sobre la necesidad de reforzar la trazabilidad de los productos cárnicos en el país, un mecanismo que garantiza que los alimentos lleguen al consumidor con controles adecuados y certificaciones de origen.
Vecinos de Coronado expresaron preocupación al enterarse de la magnitud del decomiso, señalando que la confianza en algunos comercios se ha visto seriamente afectada.
Por su parte, el Ministerio de Salud respaldó las acciones conjuntas e indicó que continuará apoyando las investigaciones para evitar que este tipo de delitos ponga en riesgo la salud de los costarricenses.
El hallazgo de más de una tonelada de carne ilegal marca uno de los decomisos más importantes en la historia reciente del cantón, subrayando la urgencia de una fiscalización constante.
Mientras tanto, las autoridades advirtieron que este operativo podría ser solo el inicio de una serie de intervenciones en la Gran Área Metropolitana, ya que se sospecha que la red de distribución abarca más puntos de venta.