Salvador Plasencia admitió ante la corte de Los Ángeles haber distribuido ketamina al actor semanas antes de su fallecimiento.
Los Ángeles, EE. UU. — Salvador Plasencia, médico implicado en la muerte del actor Matthew Perry, se declaró culpable este miércoles de suministrar ketamina al intérprete de Friends, semanas antes de su fallecimiento en 2023.
El caso que rodea la muerte de Matthew Perry sumó un nuevo y contundente capítulo esta semana. El médico Salvador Plasencia, de 43 años, se presentó ante una corte de Los Ángeles para declararse culpable de cuatro cargos por distribución ilegal de ketamina, una droga que el actor usaba con fines terapéuticos pero que, según las autoridades, contribuyó a su fallecimiento.
Aunque Plasencia no suministró la dosis fatal, reconoció que distribuyó la sustancia al actor en múltiples ocasiones durante un periodo de dos semanas. Según el expediente judicial, el médico inyectó personalmente ketamina a Perry en su residencia de Los Ángeles.
El actor, célebre por su papel de Chandler Bing en la serie Friends, fue hallado sin vida en su jacuzzi en octubre de 2023. Tenía 54 años y luchaba desde hace décadas contra diversas adicciones.
La declaración de culpabilidad de Plasencia incluye la entrega de su licencia médica y lo expone a una pena máxima de 40 años de prisión. Su sentencia será determinada el 3 de diciembre.
En un comunicado difundido por su defensa, la abogada Karen Goldstein afirmó que su cliente está "profundamente arrepentido" y que asume la responsabilidad por haber fallado en proteger a un paciente vulnerable como lo era Matthew Perry.
El caso ha sacudido no solo a la comunidad médica, sino también al entorno de celebridades, al exponer cómo ciertos profesionales de la salud abusan de su posición para lucrar con pacientes de alto perfil. De hecho, durante el juicio se presentó un mensaje de texto donde Plasencia se refería al actor con sarcasmo: "Me pregunto cuánto pagará este idiota", escribió.
La investigación ha señalado a otros implicados. El médico Mark Chavez también se declaró culpable de conspirar para distribuir ketamina a Perry. Según los fiscales, Chavez vendía el anestésico a Plasencia, quien luego lo revendía al actor a precios inflados.
Asimismo, la figura de Jasveen Sangha, apodada la “Reina ketamina”, ha cobrado notoriedad. Acusada de vender la dosis letal a Perry, Sangha se ha declarado no culpable y continúa su proceso judicial.
Otros involucrados, como el asistente personal de Perry y un proveedor adicional, ya se declararon culpables de conspiración para distribuir drogas en agosto pasado.
Matthew Perry utilizaba ketamina como parte de un tratamiento médico supervisado contra la depresión, una práctica que ha ganado terreno en los últimos años debido a los efectos terapéuticos de la sustancia en pacientes con trastornos anímicos severos. Sin embargo, los fiscales sostienen que el actor cayó en la adicción, alimentada por una red de suministro ilícito.
La trágica muerte de Perry no solo conmocionó al público que lo admiraba, sino que dejó al descubierto un sistema fallido donde el control sobre medicamentos controlados parece insuficiente, incluso en entornos supuestamente médicos.
Friends, la icónica serie emitida entre 1994 y 2004, convirtió a Perry en una estrella mundial. Su personaje, Chandler Bing, se ganó el cariño del público con su humor sarcástico y carisma. Pero fuera de cámaras, Perry enfrentaba una batalla silenciosa contra sus propios demonios.
En su autobiografía publicada en 2022, el actor reveló haber pasado por más de 60 desintoxicaciones y haber gastado millones en tratamientos para superar sus adicciones. La revelación sirvió como llamado de atención sobre la salud mental y la adicción en el mundo del espectáculo.
El proceso judicial contra los implicados continúa, pero el caso de Matthew Perry deja una huella imborrable: la necesidad urgente de reforzar los controles sobre sustancias psicoactivas y proteger a los pacientes más vulnerables, incluso si son celebridades.