Los Ángeles vive caos tras redadas migratorias y despliegue militar de Trump. Tensión, detenciones y protestas marcan tres días de disturbios.
Tres días de disturbios sacuden Los Ángeles tras redadas migratorias masivas y la polémica orden de Trump de desplegar la Guardia Nacional.
Los Ángeles, Estados Unidos. La ciudad californiana vive jornadas de alta tensión tras el despliegue de 2.000 miembros de la Guardia Nacional por orden directa del presidente Donald Trump, en respuesta a las protestas generadas por una serie de redadas migratorias contra indocumentados. Las manifestaciones, que comenzaron el pasado viernes, han derivado en enfrentamientos violentos, incendios, bloqueos y múltiples detenciones.
Este conflicto marca un nuevo punto de quiebre en la política migratoria estadounidense y evidencia la creciente polarización social. El despliegue militar sin autorización estatal y las redadas masivas reavivan un debate nacional sobre el uso de la fuerza, los derechos civiles y la soberanía de los estados.
Los protagonistas de esta crisis incluyen al presidente Donald Trump, que defiende su postura desde la red Truth Social; al gobernador de California, Gavin Newsom, que denuncia una invasión federal; a los cuerpos de seguridad locales y a miles de ciudadanos –incluidos inmigrantes, activistas y residentes– que han salido a las calles.
“Parece que realmente las cosas van mal en L.A. ¡¡¡ENVÍEN A LA TROPA!!!”, escribió Trump. Desde el otro lado del espectro, Newsom respondió: “Retiren la orden. Devuelvan el control a California”.
Las protestas comenzaron el viernes, cuando se conoció la ejecución de redadas a plena luz del día por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que resultaron en decenas de detenciones. Las imágenes de agentes arrestando a personas en supermercados, plazas y estaciones de transporte encendieron la indignación.
El fin de semana fue testigo de un crecimiento exponencial en las manifestaciones. El domingo por la tarde, un grupo de manifestantes bloqueó una autopista durante más de una hora. En respuesta, las fuerzas de seguridad reprimieron con gases lacrimógenos, deteniendo a 56 personas solo en dos días. Tres agentes resultaron heridos y al menos tres vehículos fueron incendiados.
La situación escaló aún más con la decisión de Trump de enviar 2.000 miembros de la Guardia Nacional. Esta medida generó un terremoto político, al ser la primera vez desde 1965 que un presidente despliega tropas sin la petición del gobernador. Para el gobierno estatal, se trata de una violación de la soberanía de California.
En paralelo, se registraron protestas en San Francisco, donde se reportaron 60 detenidos. Mientras tanto, líderes republicanos como Mike Johnson y el secretario de Defensa Pete Hegseth respaldaron la acción federal, incluso sugiriendo el uso de infantes de marina si fuese necesario.
En las calles de Los Ángeles, la presencia de tropas armadas genera más temor que seguridad. “Temo una escalada”, dijo Jason García, exsoldado de 39 años. Por su parte, muchos manifestantes aseguran que las redadas son injustas y criminalizan a comunidades que aportan al país.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que 35 mexicanos fueron arrestados. “No son criminales. Son hombres y mujeres de bien”, afirmó, sumándose a las críticas internacionales.
La situación en Los Ángeles es solo un reflejo de un conflicto más amplio en Estados Unidos. Con la elección presidencial en el horizonte y la inmigración como eje central del discurso de Trump, se anticipan nuevas confrontaciones entre el gobierno federal y estados progresistas como California.
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